Los empleados no renuncian a su trabajo, renuncian a
sus jefes
Según
los expertos, la actitud de los directivos puede aumentar el número de
dimisiones
Según los expertos en recursos
humanos, la habilidad de un directivo radica en saber apreciar la visión de
cada miembro de su equipo, e incluir en su gestión las necesidades de sus
empleados. No tratar de comprender esas necesidades es un error que luego pasará
factura. Por Iván Abreu Anaya. Escuchar,
entender y gestionar son tres cualidades básicas de todo jefe eficaz. Luchar en
solitario resguardando sólo los intereses de la empresa parece en principio lo
que llevará a un líder a contar con el beneplácito de sus superiores, sin
embargo, de nada vale tal esfuerzo y entrega, si no se toman en cuenta la
opinión y necesidades del equipo de trabajo. Una
vez alcanzado el objetivo profesional de muchos, ser jefe, la maquinaría que ha
llevado al éxito es olvidada: la gente. Según los especialistas, incurrir en
tal error sólo asegura el fracaso y el abandono del equipo, en búsqueda de un
superior más capaz. Para el
especialista en Recursos Humanos y director del Centro para la Excelencia en el
Lugar de Trabajo, Dan Bobinski, la mayoría de las personas que dejan sus puestos de trabajo
no renuncian a sus empleos en sí, renuncian a sus jefes. En otras palabras,
la razón más común de las personas para renunciar es el cansancio que les
genera el hecho de tratar con alguien que no está haciendo lo que se necesita para gestionar
satisfactoriamente a un equipo. El
digital especializado Management-Issues se hace eco de este error gerencial en el que
incurren los directivos y presenta de la mano de Bobinski algunos consejos para
evitar el fracaso de su gestión.
Orientar sin burlas
Es el deber principal de todo líder orientar constantemente a
sus trabajadores. Si bien es cierto que las capacidades de un profesional ya
deben estar consolidadas durante el desarrollo de su labor dentro de una
empresa, no lo es menos que su superior se encuentra en el deber de canalizar
las deficiencias de su equipo sin que esto conlleve a reproches o burlas que
intenten hacer mella en la moral de sus empleados. Eso es ser un líder capaz.
Como ejemplo de esto, Bobinski explica que en
una sesión de entrenamiento que llevó a cabo recientemente con un pequeño
equipo de gerentes, uno de los participantes (llamémosle Carlos para
identificarlo) habló de cómo un trabajador en su turno dijo no saber cómo
realizar un procedimiento específico. La actitud del gerente que estaba casi
burlándose de cómo se produjo el incidente, según lo relataba, fue decirle
textualmente: "Si no sabes cómo hacerlo, ve a la oficina y lee sobre cómo
hacerlo en el manual de formación." El trabajador en silencio acabó su turno,
y al día siguiente renunció: “Después de haber conocido y trabajado en su
momento para gerentes como Carlos, sentí mucha pena por la gente que tiene que
trabajar con este tipo de jefes. Con suerte, los empleados infelices se
esfuerzan por tener éxito, pero los gerentes como Carlos son obstáculos en el
camino de su éxito. Burlándose de los empleados y esperando que aprendan
habilidades sin orientación alguna y apoyo a su gestión sólo lograrán que sus
equipo les abandonen más rápido".
Entonces, qué hacer…
Orientar y
formar de manera indefinida a su personal en aras de lograr siempre la
perfección en sus tareas, como bien detalla en su libro Bobinski: “Creación
de Equipos la Pasión de Dirigir” es una responsabilidad fundamental de los
directivos, el especialista proporciona algunas claves para hacer más práctica
y mejor la gestión de un gerente:
1) Tratar de comprender los
puntos de vista de cada persona de su equipo.
2) Escuchar con verdadero
esfuerzo de entender. Incluso la más mínima ofensa, dejará una cicatriz a largo
plazo en el empleado que comete un error.
3) Identificar mutuamente
pasos de acción para ayudar a cada uno de los empleados a tener éxito.
Mutuamente significa que ambos tienen que interactuar y conseguir la vía para
lograrlo.
“Permítanme decir
que los puntos que acabamos de mencionar no son sugerencias: son responsabilidades
fundamentales para ser un gerente efectivo. ¿No sería mejor
si todos los directivos como Carlos hicieran esto? Si lo hicieran, estaría
garantizada la permanencia de los empleados en sus trabajos por voluntad
propia, y las empresas tendrían más éxito en el camino", afirma Bobinski.
Algunos directivos
argumentan que no pueden permitirse perder el tiempo para hacer estas cosas. Si
lo analizamos prefieren pagar el costo de reemplazo de los empleados, aunque
llegue un punto en el que tampoco puedan darse el lujo de no hacerlo. Es
importante como gerente o jefe de un equipo comprender que no se pierde el
tiempo orientando a un empleado, se está invirtiendo en el éxito de la empresa
y de su gestión.
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